Antepone                la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación de lo molesto                y doloroso; el sentir, a la racionalización; la comprensión global                de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos...y requiere                del terapeuta un uso de sí como instrumento (emocional, corporal,                intelectual) que transmita una determinada actitud vital en vez                de practicar únicamente una técnica útil contra la neurosis.
      Hay                tres premisas que fundamentan la Gestalt como una terapia con sus                aplicaciones en el campo de la Psicología Clínica.
1ª. El darse cuenta:                sólo cuando el individuo se da cuenta de lo que hace y de cómo lo                hace podrá cambiar su conducta.
2ª. La homeostasis:                proceso mediante el cual el organismo interactúa con el ambiente                para mantener el equilibrio.
3ª. El contacto: es                imprescindible para el crecimiento y el desarrollo del ser humano.
1. Darse cuenta
                     El darse cuenta es la capacidad que tiene cada                ser humano para percibir lo que está sucediendo, aquí y ahora,                dentro de sí mismo y del mundo que le rodea.
     Dentro de                esta experiencia en el aquí y el ahora, se pueden distinguir tres                tipos de darse cuenta, que se denominan como "áreas del darse                cuenta" o "zonas de contacto".
a) El darse cuenta del mundo o                zona externa
     Se relaciona                con el contacto sensorial. Nos permite ponernos en contacto con                los objetos y acontecimientos del mundo que nos rodea, de todo aquello                que está fuera y de lo que ocurre más allá de nuestra piel.     Fórmulas:                "Yo veo, toco, oigo, huelo,..."; "yo percibo, aquí                y ahora,...";...
b) El darse cuenta de sí                mismo o zona interna     Comprende                todas aquellas sensaciones y sentimientos que ocurren dentro de                nosotros. Nos permite ponernos en contacto con nosotros mismos.
     Fórmulas:                "Yo siento, me siento..."; "yo siento, aquí y ahora,...";...
     Para ponerse                en contacto con uno mismo es conveniente hacerse las siguientes                preguntas: ¿qué estoy sintiendo?, ¿dónde lo estoy sintiendo?, ¿cómo                lo estoy sintiendo?.
c) El darse cuenta de la fantasía                o zona intermedia
     Incluye toda                la actividad mental (pensar, imaginar, recordar, planificar,...).                Nos permite ponernos en contacto con nuestras fantasías.
     Fórmulas:                "Yo pienso, imagino, recuerdo, deseo,..."; "yo pienso,                aquí y ahora,...";...
2. Homeostasis
     Ningún organismo                es autosuficiente, sino que en todo momento forma parte de un campo                que lo incluye tanto a él como a su ambiente.
     Este equilibrio                homeostático (o proceso de autorregulación) es sinónimo de salud,                puesto que si el organismo permanece en estado de desequilibrio                con su entorno durante mucho tiempo enferma, al no poder satisfacer                sus necesidades.
3. Contacto
     Cada persona                tiene su espacio vital dentro del cual, y dependiendo del momento,                puede recibir o abrirse a determinadas personas, pero nadie puede                invadir su espacio. Si esto ocurre, nos sentimos amenazados en nuestra                integridad e individualidad.
     Cuando hacemos                demasiado hincapié en sostener rígidamente ese espacio vital, corremos                el riesgo de reducir el contacto con los demás. Esta reducción del                contacto conduce al hombre a la soledad que, sin embargo, elige                como opción más segura y menos generadora de angustia. La mayoría                de las veces esta reducción del contacto se realiza por temor o                miedo y, aunque el deseo de contactar con los demás sea grande,                ese temor que sentimos cuando alguien se acerca nos impide retirar                nuestros límites y abrirnos.
     Cuando sucede                lo contrario, es decir, cuando nuestro yo está en continuo contacto                con el mundo, mostrando una extraversión compulsiva, se pierde esa                intimidad creativa y de concentración, diluyéndose los límites del                yo, haciéndose a veces difícil distinguir entre el ambiente y el                yo.
El trabajo guestáltico
     El objetivo                de un encuentro guestáltico es descubrir e incrementar el darse                cuenta; no está diseñado para lograr una catarsis, aunque si la                expresión es honesta no se interfiere con ella.
     El terapeuta                se centra en el "qué" y "cómo".                Qué y cómo proceden de la observación exacta, por                qué conduce a la especulación.
     Pasos por                los que atraviesa un experimento o trabajo guestáltico:
1º) Preparación del campo de trabajo
a) Tener la voluntad de explorar la                perspectiva de la otra persona.
b) No interrumpir a la persona, sino                permitirle que desarrolle los sentimientos e ideas que espontáneamente                surjan en él, en ese momento, con el propósito de entender más plenamente                que está sucediendo con el paciente.
2º) Negociación o consenso entre                el terapeuta y el paciente
a) Hacer saber al paciente que la terapia                guestáltica implica experimentación.
b) Que el paciente acceda a llevar                a cabo la experimentación.
c) Hacer notar al paciente que no está                solo en este proceso, sino que el terapeuta lo acompaña en su aventura.
3º) Generación de autoapoyo tanto                para el paciente como para el terapeuta
     El terapeuta                debe establecer las condiciones tanto en su cuerpo como en el ambiente,                que den un apoyo óptimo para él y para el paciente (cuidar su posición,                su respiración, así como los distractores potenciales; de tal manera                que todo lo que de él emane esté bien fundamentado y plenamente                basado en su organismo total).
4º) Exploración del nivel del darse                cuenta
     Sólo cuando                el terapeuta puede atender a la conducta no verbal del paciente                y, casi en forma simultánea, a sus propias sensaciones, será capaz                de tener una figura clara de lo que está sucediendo con él y con                el paciente.
5º) Graduación y selección del                experimento
a) Focalización (da el proceso y la                dirección de la sesión terapéutica) y Tema (da el contenido de la                misma). Un tema traerá a colación otro y otro, de entre los que                el terapeuta escogerá el que considere más importante.
b) Graduar el nivel de dificultad del                experimento, para alcanzar el nivel óptimo de ejecución para el                paciente en ese momento.
6º) Localizar y movilizar la energía                congelada en el paciente
     Encontrar                dónde está activada la energía del paciente o dónde está estancada                (por lo general, una persona va a tener la necesidad de sacar a                flote áreas de su vida en las que ha invertido grandes cantidades                de energía o donde, por el contrario, siente una carencia de esta).
7º) Focalización
     Para poder                desarrollar un experimento o trabajo terapéutico se necesita encontrar                un suceso que necesite seguimiento o ser trabajado. La focalización                será la que defina el proceso a llevar a cabo y la dirección que                este tendrá durante la sesión terapéutica.
8º) Actuación
     Actuar la                situación inconclusa que está emergiendo en la conciencia generalmente                conlleva un alto grado de ansiedad, que tiene la posibilidad de                expresarse libremente dentro de la actuación, lo que favorece que                la energía antes bloqueada pueda al fin expresarse.
9º) Relajación
a) En posición cómoda, respirar profunda                y lentamente hasta lograr un estado de serenidad interior.
b) Enfocar la atención en cada una                de las partes del cuerpo.
10º) Asimilación de lo sucedido
a) Preguntarle al paciente cuál fue                su experiencia.
b) Facilitar que integre esa vivencia                en su vida diaria.

Trabajo con las polaridades                
     Todo evento                se relaciona con un punto cero a partir del cual se realiza una                diferenciación de opuestos. Estos opuestos manifiestan, en su concepto                específico, una gran afinidad entre sí. Al permanecer atentos al                centro, podemos adquirir una capacidad creativa para ver ambas partes                de un suceso y completar una mitad incompleta. Al evitar una visión                unilateral logramos una comprensión mucho más profunda de la estructura                y función del organismo.
     En términos                de polaridades, los sentimientos negativos suelen coincidir con                el opuesto que no logra emerger como figura y desequilibra la percepción                de su otra polaridad (la aceptada y aceptable). Las emociones negativas                son ciertamente esenciales para la dicotomía de la personalidad.                No sólo tenemos el deber de exponerlas, sino también el de transformarlas                en energías cooperadoras. Durante este proceso encontramos una fase                transitoria: el disgusto, vía la codicia, se transforma en discriminación;                la ansiedad, vía la excitación, en un interés específico como la                hostilidad, excitación sexual, entusiasmo, iniciativa, etc.; el                miedo, vía la sospecha, se transforma en experimentación, esto es,                en una ampliación de las órbitas de la propia vida; y la vergüenza,                vía el exhibicionismo, en autoexpresión.
     La filosofía                básica de la terapia gestalt es la diferenciación e integración                de la naturaleza. La diferenciación conduce por sí misma a polaridades.                Como dualidades, estas polaridades se pelearán fácilmente y se paralizarán                mutuamente. Al integrar rasgos opuestos, completamos nuevamente                a la persona. Por ejemplo: debilidad y bravuconería se integran                como una silenciosa firmeza. Tal persona tendrá la posibilidad de                ver la situación total (una gestalt) sin perder los detalles. De                este modo, obtiene una mejor perspectiva que le permite enfrentar                la situación mediante la movilización de sus propios recursos.

Trabajo con los sueños
     Los sueños                ocupan un lugar especial en la terapia gestalt por la inmediatez                con que pueden ser vividos y experimentados por el soñante.
     La técnica                que se utiliza para trabajar los sueños y llegar a darse cuenta                de su significado para la persona que sueña, consiste en pedirle                primeramente al soñante que relate el sueño en primera persona y                en presente; es decir, que lo relate como si estuviera pasando en                este mismo momento. Mediante este sencillo mecanismo, la persona                se compenetra más íntimamente con su sueño que si habla simplemente                de él. A continuación, se trata de localizar el sueño en el espacio,                distribuyendo las distintas partes de que se compone como si se                estuviera representando en un escenario. Así, el sueño se convierte                en una experiencia nueva y viva que hace que la persona adquiera                un mayor compromiso con lo que está sucediendo en su sueño.
     Se trata de                que la persona se dé cuenta de aquellas partes suyas que están proyectadas,                ya sea en personas, en objetos o conceptos. La alienación se produce                cuando la persona niega la existencia en ella de partes que le pertenecen.                "Ese no soy yo" decimos cuando algunos aspectos de nosotros                no nos gustan. Esto empobrece al individuo y sus intercambios con                el mundo se hacen más reducidos y deformes. Pero los sueños no son                simples proyecciones, sino que también podrá verse a través de él,                el tipo de contacto que está estableciendo el paciente con los demás,                la activación de sus angustias, temores y todas las características                que puede asumir el contacto en cada persona y en cada momento.
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